El octavo capítulo de la séptima temporada de The Walking Dead, titulado “Herats still beating”, es el último de la primera parte de esta entrega. En él hemos podido ver la continuación de todas las tramas. Os lo vamos a contar todo, por lo que viene a continuación es spoiler.
A nadie le ha extrañado que Negan matara a otra persona en este capítulo, ya que el nuevo villano no duda a la hora de liquidar a alguien. En esa ocasión, Alexandria ha visto dos nuevas muertes: Spencer y Olivia. Igual que al principio de temporada, la primera podía tener algo de sentido en el mundo retorcido de Negan, pero la segunda ha sido gratuita.
Sin embargo, si de algo ha valido este capítulo ha sido para volver al Rick combativo que tanto nos gusta y, tras ver todo lo que ha hecho Negan, decide hacerle frente. Van a unirse con Hill Top para luchar contra los Salvadores. Y, si todo va como parece, también se unirán al Reino.
Por otra parte, Daryl ha logrado huir ayudado por Jesus, recuperando el arma de Rick. Y Negan se ha llevado a Eugene para que le fabrique balas. Los personajes ya se están situando para una segunda parte de temporada.
Pero si algo llama la atención es un nuevo personaje, al que vemos los pies mientras Rick y Aaron buscan provisiones, que lo vemos llegando a Alexandria y como ve a Gabriel desde unos prismáticos. Lo que no sabemos es si es amigo o enemigo. Y tendremos que esperar hasta 2017 para saberlo.