Myrcella Baratheon no fue la primera muerte (no relacionada con el libro) que tuvimos en Game of Thrones, pero fue definitivamente una de las más sorprendentes, principalmente porque no fue tan espantosa como acostumbra el programa. Resulta, que fue a propósito, como la actriz ha revelado.
Myrcella (interpretada por Nell Tiger Free) fue asesinada en la final de la temporada 5, en el episodio «Misericordia de la Madre«, envenenada por el beso de Ellaria Sand, como venganza contra Cersei Lannister por la muerte de su amante, Oberyn Martell. La muerte se produjo después de que Jaime Lannister revelara que Myrcella era su hija.
Viendo a Myrcella morir, sobre todo después de un momento tan conmovedor (aunque inquietante) de padre e hija, fue desgarrador, pero la muerte en sí era un poco mediocre. Una vez que el veneno empezó a surtir efecto, Myrcella sangró un poco por la nariz y luego se desplomó. Era mucho menos gráfica que la muerte de veneno con cara púrpura de su hermano Joffrey en la temporada 4.
En una entrevista reciente, Free compartió que el plan original para el fallecimiento de su personaje era mucho peor de lo que fue grabado. No explicó exactamente cuánto afectaría el veneno al personaje, pero involucraba una explosión cerebral muy gráfica y sangrienta. “No sé si debo decir esto, pero originalmente lo que pasó fue que me dieron puré de plátanos con salsa de sangre falsa, y se supone que mi cerebro estaba en todo el barco y esas cosas”, dijo Free. “Estaba tan emocionada. No me gusta la sangre, pero, como, sabía que eran como los plátanos, así que estaba bien con ella”.
Free dijo que más tarde decidieron cambiar la escena “porque querían que la muerte de Myrcella reflejara su vida, y querían que fuera dulce, lo que es raro para Game of Thrones”. Eso todavía no explica por qué Shireen Baratheon, siendo aún más dulce y habiendo sobrevivido una de las peores enfermedades de Westeros, no recibió el mismo tratamiento.