Hablando recientemente con The Times, Gemma Whelan, quien interpreta a Yara Greyjoy en Juego de Tronos, discutió la posibilidad de asistir al programa en la segunda temporada. Fue su primer gran salto en la televisión dramática. Pero de acuerdo con Whelan, casi pierde la oportunidad de ser una Greyjoy, gracias al simple acto de añadir el papel a su página de créditos de Spotlight después de ser emitidos:
La primera lección que aprendí fue la primera vez que conseguí el trabajo. Nadie me dijo que me callara. Solo pensé que era normal hacerla aparecer en mi entrada de Spotlight, así que escribí en mi CV, ‘Este verano, Gemma estará interpretando a Yara Greyjoy en Game of Thrones‘. Uno de los encantadores productores de Juego de Tronos me llamó a su oficina y me dijo: «Esto es muy serio. Casi no podemos emplearte por eso.”
Por supuesto, ahora sabemos que todo salió bien al final, pero es una especie de locura que incluso en sus primeros días, Game of Thrones era increíblemente reservado sobre su proceso de producción. Con informes de que los actores de la temporada siete no pueden acceder a los guiones físicos -o incluso obtener notas de ensayo sin firmarlos dentro y fuera del cuidado del equipo de producción- el nivel de locura involucrada por salvaguardar los spoilers de la serie ha subido bastante. Me pregunto ¿cuántas estrellas como Whelan han estado a punto de perder sus puestos?